Entre Rimas y Buenos Aires

Hoy, con guitarra al hombro caminaré
junto a las aguas danzantes que devoran Buenos Aires
mientras canto con mi amigo el viento
de ese inepto otoño en mayo.

Con la intención de despertar vacilante en la morfina de esos brazos que jamás quisieron desacurrucarme de un sueño traidor que me hacía formar parte de aquello tan desconocido como el mañana.

Buscaré que su enojo sea tan grande
como la escases de sol en julio
y así no encuentre razón alguna
en interpretar lo que no que no se ha dicho.

Amaré el vértigo de encontrarme en el suelo
tanto como la paz de una caída en picada
mientras vuelvo a ver esa sonrisa inquieta
que con velo de intriga observa escondiendo la mirada.

Sabré que la locura de sentir me ha vuelto mas inútil que un sueño colegial,
me ha devuelto a un pasado que aun no logro recordar,
ha construido líneas que hoy inhalo sin cesar,
le dio olor a las azucenas y a las gardenias sin cortar.

Mi guitarra está afinada,
la danza está por comenzar,
el viento cual susurro motivante
domina cada siguiente paso, cada nuevo lugar.

En este rapido y nuevo final, 
de pie y solitaria me observa meditar, 
ya no está tan afinada
y en esa sombría esquina encuentra su lugar de paz.

Acordes tirados en el suelo,
hasta el viejo viento por su ruta se marchó,
el saldo al fin ha muerto al igual que la intención.


Un silencio en espera y una llaga en su cantar, un problema de mi otro yo mañana al despertar.


Otro mas de los POEMAS EMPOLVADOS. Gracias por pasar.